Reflexiones de una estudiante acerca de la pandemia
Quilia Spinelli
Estudiante de Humanismo Medico III (4º Año), abril 2020
Coronavirus : Una palabra que apareció de forma repentina en nuestras vidas, y con ella trajo muchas cosas. Una de esas es la incertidumbre, nos cuesta en el mundo de hoy en el que todo tiene que estar bajo nuestro control, bajo nuestro conocimiento y bajo nuestro dominio, aceptar algo que venga tan envuelto de esa palabra. Y ahí es cuando aparecen más palabras como miedo, desconfianza, ansiedad, dudas, todo eso y más a raíz de esta nueva etapa que estamos viviendo y traído al escuchar la palabra coronavirus.
En una de las hipótesis que me genero al pensar sobre este tema, pienso que esta pandemia vino a unirnos como personas (dejando de lado la parte científica de toda esta cuestión). Quiero creer que esto nos va a hacer cambiar, cambiar la forma en la que estábamos viviendo, en donde nuestra felicidad la mediamos en cuanto a la cantidad de cosas que una persona pudiera hacer en un día. Porque siempre se admira a la persona que puede con todo, hacerlo todo, casi se exige que así sea.
Un individuo que estudia, tiene que estudiar y tener buenas notas. Si tiene buenas notas, entonces ahora tienen que ser excelentes. El que estudia y tiene notas excelentes, es más admirado si aparte de eso hace prácticas también. Si le da el tiempo de hacer prácticas y ser excelente estudiante, mejor aún si hace deporte.
Si el estudiante excelente, hace prácticas, deporte, y aparte algún instrumento más admirado aun. Y a no olvidarse de que debe tener vida social, tener tiempo de ver a sus amigos y salir a eventos. Esas personas que todo lo pueden, todo lo hacen, son las más admiradas en la sociedad, y cualquiera que no pueda seguir el ritmo de la excelencia, queda a un costado y punto. Porque no hay tiempo de cuestionarse porque no pudo, no hay tiempo que perder, se debe seguir…aunque no se sepa bien a donde se quiere llegar.
Hoy en día los niños de ocho años van a escuelas bilingües que entran a la mañana y salen a la tarde, y el resto del día clubes en donde les enseñan infinidad de deportes, y el fin de semana?... bueno los días libres son para los mil deberes. Pero eso no está mal, están siendo preparados para el mundo en el que van a vivir.
Todo esto se da mientras los padres trabajan infinidad de horas para pagar todo a lo que deben asistir sus hijos, porque tampoco es para disfrutar el dinero que tanto trabajaron, claro que no, para eso no hay tiempo. Y entonces el mundo continúa a una velocidad máxima.
Continuando con las palabras, hay varias que no entran en este concepto de felicidad que todo lo puede, palabras como ansiedad, angustia, INCERTIDUMBRE, depresión, cansancio y el sin fin de emociones que toda esta vida genera. Por qué no hay espacio para ellas, pero tampoco dudas de que ahí están, y muchas veces están bien presentes. La mayor parte de las veces aparecen silenciosas, y otras veces gritan tan alto que se traducen en el cuerpo, con úlceras, contracturas, dolores de cabeza etc, y a veces de maneras más graves.
Por todo esto es que quiero creer que en esta nueva etapa, la que nos obliga a detenernos, a estar en casa, a compartir con nuestros seres queridos, a cuidarnos entre todos, nos va a hacer valorar las cosas importantes de verdad. Nos va a ayudar a ver que somos humanos, que vinimos al mundo con ayuda de otros y lo debemos transitar con otros, para dejar de pensar de forma individualista, dejar de creer que todo lo podemos y todo lo controlamos. Nada lo controlamos, y si con muchas cosas podemos, pero no con todo, y sobre todo no solos. Hay siempre que recordar que esto lo superamos entre todos
Devolución
Palabras, palabras, palabras… nuestro mundo está hecho de palabras y de los “símbolos” mentales (uniones de neuronas, electricidad y química que la sustenta) que ellas representan y a la vez generan. Una maravilla realmente. Amo las palabras cuando envuelven un sentimiento y un significado!!
Y las tuyas han sido escritas con gran sinceridad, realmente sientes eso, te duele eso, te preocupa eso que envuelven las palabras exigentes y exitosas, rendimiento, triunfo, gran capacidad de trabajar sin pausa, competencia, multiocupación, multieducación de los niños: escuela o liceo, ingles, ballet, natación, dibujo, clase de arte, francés si es si es posible… ¿será formación de persona esto?
A la vez deseas fervientemente que se escuche el significado de palabras dolorosas o que hacen pensar: incertidumbre , duda, cansancio, ansiedad, angustia, humillación, soledad….. Vacío de fraternidad
¿Y por qué? Es porque te has dado cuenta -y me gratifico profundamente por ello- de que hay una lucha entre el imaginario social exigente y dominante actual y el deseo profundo de un corazón sensible que quiere llegar también a otras palabras, las palabras del bienestar profundo o lo más cerca posible: Equilibrio, tranquilidad, reflexión, tiempo para jugar, tiempo para pensar en paz, tiempo para lectura que nos gusta, tiempo para dialogar con amigos, tiempo para contemplar..
Es curiosos pero es real: ¡¡¡nuestra cultura dominante no quiere nuestro bienestar sino nuestro éxito!!!!!
Deseo profundamente que tu postura interior, o esta postura y reflexión a que te ha llevado la palabra “coronavirus” y todo su contenido, dure en ti, fructifique en ti, y aunque tengas que luchar fuertemente (porque tendrás que luchar) logres que las palabras del BIENESTAR (empleando como herramienta las dolorosas y su aceptación y reflexión) pongan en su lugar a las palabras del éxito. El éxito solo nunca nos hará felices ( nunca , nunca!) si no dominan nuestro espacio mental las palabras del bienestar.
¡¡Felicitaciones!!
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